– Para familias con hijos en crisis de adolescencia, que presentan irritabilidad, impulsividad, falta de motivación, fracaso escolar.
– Para familias con hijos con conductas de riesgo: agresividad, anorexia-bulimia; adicciones: internet, alcohol, cannabis, relaciones amorosas tóxicas.
– Para familias en situaciones difíciles por enfermedad, abandono o pérdida de seres queridos.
– Para familias que ven alterada su vida familiar debido a cambios vitales: cuidado de mayores, etc.
– Para familias con hijos adoptados o en proceso de adopción.
En caso de separación preservad el equilibrio emocional de vuestros hijos.
– Apoyo psicoterapéutico individual durante el proceso de separación.
– Mediación con padres separados o en proceso de separación, para seguir educando conjuntamente y asegurar la corresponsabilidad parental y la posibilidad de llegar a acuerdos y soluciones.
– Apoyo psicoterapéutico a los hijos para asimilar la nueva situación y evitar posibles secuelas que pueden afectar al desarrollo emocional, comportamental o académico.